miércoles, 12 de noviembre de 2014

REDACCION SOBRE LA MUERTE


La muerte, mi historia. El tiempo, mis recuerdos.

De esta pequeña introducción en la que intento describir mi más sentimiento amargo después de recibir tal noticia,trato de asimilar la incomprensión interna que fluye sobre mi ser, es ahí cuando comienzo a preguntarme diferentes cuestiones que sólo en estos momentos pasean por mi mente sin dejar respiro a otros entretenimientos.”¿Qué es la vida?, ¿Qué es la muerte?, ¿Qué es el tiempo?...
Un conflicto interior que se apodera de mi cuerpo y razón, esperando el más triste de los finales,pero,pude comprender el propósito de la vida misma y decidí no esperar, sino caminar. Me veo envuelto en una contrarreloj donde cada segundo cuenta,donde iré despacio consumiendo mis más remotos deseos y detalles con mi existencia.

Entonces,me pregunto: ¿Qué haré durante estos seis meses de vida? Me río,y mucho. Pensemos por un momento el desacuerdo crítico que entrama esta pregunta, ya que muchos la podrán razonar pero pocos entenderán el camino y decisiones que tome mi persona por muy razonables o justos que puedan llegar a ser ...“No me entiendo ni yo, ¿Cómo me van a entender los demás?”. Pero como dijo Nelson Mandela: “Soy el amo de mi destino, el capitán de mi alma”

Después de chocar con la realidad, pude responder a la pregunta. Lo primero que haré sin lugar a dudas será sacar las mejores sonrisas a los míos,¡que placer!, y en ese puto momento, que el mundo espere sentado. Sin entrar en detalles, intentaré escuchar los problemas de los más cercanos, “¡Quien mejor que yo para ver el lado bueno de las cosas!” Siendo una herramienta útil para los demás. Tratare de amar como si nunca me hubiesen herido, de ser cercano con mis padres, de saltar como un niño y aconsejar como un anciano. Iré a un partido de fútbol con mi hermano y como me conozco, haré un par de travesuras pendientes con mi cuadrilla. Volveré a rescatar de lo bueno, lo mejor. Rebentaré mi ego y orgullo que algún día me causaron herida y sacaré a flote los recuerdos de experiencias vividas que sí causaron gratitud.
Me arrimaré a mi medio, la naturaleza en sí, subiré la montaña,bajaré esa cuesta con mi bicicleta, recorreré el camino con mis piernas y mi motor, el corazón, y como no, me adentraré en el mar, donde la náutica provoque arriesgar en cada instante, sacando al exterior mi mayor umbral.

Sentiría nostalgia de no poder formar una familia, de no servirle de nada y de servirle de todo a la vez a mi alrededor. Y con total seguridad seguiré siendo yo, el más bromista de todos.
Pero lo que realmente me reconcome es que no puedo controlar las noches que paso a solas conmigo, cuando pienso en todo lo que “Haré”… respondiéndome, con resignación: Y, ¿Por qué no lo hice antes?

Fco. Javier Labrador Sánchez

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